Contradicciones.

Un día sí , al día siguiente ni me acuerdo. 'Cuando quieras' luego se convierte en 'aver si nos vemos' 'cuando tenga tiempo te llamo' . Nos contradecimos más de 15 veces al día según un estudio hecho por los americanos , ¿Por quién sino? Jugamos al despiste en todos los aspectos de nuestra vida a diario. No nos gusta asimilarlo porque quizás queremos tener una propia visión clara y sincera de nosotros mismos para así autoengañarnos creyendo que nos sentiremos mejor.
En el trabajo jugamos al despite , buscamos una excusa para faltar y quedarnos durmiendo o para escabullirnos al medio día alegando cualquier excusa meditada el día de antes. En la casa , jugamos al despite para escabullirnos de hacer las tareas , en el colegio cuando eramos jóvenes soñadores para jugar un rato y dejar de lado los deberes. En la universidad para buscar una fiesta antes que a un profesor. En los locales para no hacer cola o en los negocios para sacar el máximo beneficio.
Igual ocurre en las relaciones sentimentales. Jugamos al despite intentando a veces no querer reconcer nuestros sentimientos por miedo a conocer lo que sentimos , por miedo a que lo que piensa tu cabeza no sea lo que siente tu corazón , por miedo a que no salga bien , a que tú te enganches a él más que él a ti. Jugamos al despite para no dar el primer paso , para intentar ir siempre por delante , para estar prevenida por lo que pueda pasar  y poder responder ante un 'te quiero' 'te necesito' '¿Quedamos mañana? Queremos controlarlo todo , no dejar nada al azar y mucho menos en manos de la suerte , claro porque ella no va a estar de nuestro lado. Decimos que 'no' cuando nos morimos por decir que 'sí'. Negamos lo que nos remueve cuando es eso lo que nos mantiene vivos. Decimos que será la última vez cuando iríamos al mismisimo infierno porque sucediera de nuevo. Decimos que no al compromiso por temor al desengaño.
Jugamos a despitarnos a nosotros mismos todo el rato y lo peor es que no nos damos cuenta. Seguimos empeñados en negar , en decir que no cuando es  que sí , en temer , en estar asustados ante lo que puede hacernos felices. Y al final perdemos los trenes por estar despistados en la estación errónea.