A veces la respuesta es la huída.

Soy de esas personas que tienen pánico a los cambios. Me cuesta afrontar rutinas nuevas, dejar los cafés diarios con las personas que hacen que no solo sean cafés. Los cambios siempre dan miedo. Irte a otro país, cambiar de trabajo, cambiar de coche , de ilusiones , de corazón o incluso de ropa.
A veces no son buenos, te llevan a abismos más difíciles de los tenis Antea. Empeoran tu forma de ver las cosas y acaban llevándote al arrepentimiento. Sin embargo, si te sale bien, puede ser la mejor decisión de tu vida. Si no eres del todo feliz donde estás, si crees que para ser totalmente tu debes huir , quizás tienes que hacerlo. Las personas que de verdad estén para ti, seguirán ahí en la distancia.
Quizás necesitas conocer gente nueva, nuevas oportunidades profesionales y personales, darte un tiempo para ti, para saber qué quieres realmente e ir a por ello.  Nada va a ser fácil, cambiar de país , de ciudad , de almas , nunca es fácil pero las cosas que realmente merecen la pena nunca lo son.
Quizás necesitas darte esa oportunidad a ti, quizás es hora de ser valiente, de abrir las alas y probar si hay algo mejor por venir.
Los cambios suponen un paso adelante o un paso atrás. Suponen nuevos sentimientos, emociones e historias. Los cambios nos llenan o nos dejan hechos un desastre. Los miedos a los cambios son usuales , son normales y tenemos que normalizarlos. Al final todos nos acostumbramos a la rutina, le cogemos cariño, a las personas, a los momentos que vivimos con esas personas, a sus risas y sonrisas y cuesta mucho dejarlos atrás. Pero es cierto, que a veces la respuesta es la huida. Es cierto, que a veces lo que necesitas es huir , que tienes que ser egoísta y vivir para ti y quizás esa vida ya no está aquí.