martes, 24 de septiembre de 2019

Tu mente.

¿Cómo pretendes que alguien se enamore de ti cuando ni tú misma te quieres? Es una pregunta que varias personas me han hecho y nunca se qué contestar. Cada pregunta trae más preguntas.
¿Cómo pretendes que alguien se enamore de tus cabreos, de tus inseguridades, de todos y cada uno de tus miedos, de tus paranoyas? ¿Cómo pretendes que los demás hagan por ti lo que tú haces por ellos? ¿Cómo pretendes querer a alguien cuando no sabes querer? ¿Cómo crees que alguien se va a enamorar de tu debilidades , de que te da miedo la oscuridad, de que odias dormir sola, de que no puedes hacerlo con la puerta del armario abierto? ¿Cómo crees que alguien va a querer tener una vida contigo si ni tú misma estás segura de que quieras tenerla? ¿Cómo crees que alguien te va a querer cuando no sabes donde quieres estar? ¿Cómo alguien se va a enamorar de una persona tan rara?
Al final, todos tratamos de encontrar las respuestas a las preguntas que nos hacemos en nuestra cabeza pero a veces encontrar esas respuestas pueden hundirte en lugar de aliviarte. La mente es nuestro peor enemigo porque nos consume, no nos deja ver el cielo cuando solo estamos pensando en las nubes, en las tormentas que pueden llegar y en cómo esquivar los truenos sin salir herida. Y en esas tormentas solo te tienes a ti. El resto tiene su vida, te van a escuchar un rato, te van a decir palabras que creen que te van a subir el ánimo pero que no son reales, van a seguir su vida y tú no vas a estar mejor. La gente no hace por ti lo que tú harías por ellos, por eso ser buena persona , ser buena amiga no sirve de nada. Me repito cada día que tengo que cambiar mi forma de ser, que tengo que dejar de preocuparme tanto, de estar pendiente,de tener detalles con los demás. Me repito cada día que tengo que ser más positiva , que tengo que darme cuenta de lo que quiero hacer e ir a por ello sin excusas y sin miedo a tirarme al vacío. Me repito cada día que no estoy sola, que estoy rodeada de gente pero la verdad es que puedes estar rodeada de gente y sentirte completamente sola. Al final con quien convives cada día es contigo misma y nadie puede hacerte más daño que tú  misma. Me repito cada día que mañana será un día mejor pero siempre aparece algo o alguien que hace que deje de creer que las cosas pueden cambiar. La mente, nuestra mente puede llegar a hacer que hagamos locuras, puede llevarnos al cielo o al infierno en segundos, puede hacernos creer que lo tenemos todo cuando en realidad no tenemos nada, puede hacernos vivir en una mentira de la que tienes miedo de despertar o de la que tienes miedo de tener la valentía de acabarla.

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