Miedos.

El miedo es como la familia, todo el mundo tiene una. Pero los miedos son tan personales y diferentes. Miedos con los que uno aprende a ir conviviendo, miedos hechos de inseguridades, miedo a quedarnos atrás. Miedo a no ser lo que soñamos, miedo a no dar la talla. Miedo a que nadie entienda lo que queremos ser.
Hay miedos que nos va dejando la conciencia, el miedo a ser culpables de lo que les pasa a los demás. El miedo a lo que no queremos sentir, a lo que no queremos mirar. El miedo a que alguien a quien queremos desaparezca. Miedo a sentirnos solos. Miedo a que no nos acepten como somos.
Miedo a que nos quedemos vacíos, miedo a que piensen que estamos vacíos.
El miedo es como esa canción que siempre suena cuando estás a punto de irte. El miedo te hace dar la vuelta, replantearte las cosas y a veces incluso te paraliza.
Es tan difícil librarse de los miedos que nos quedamos quietos pensando que ellos con el tiempo se librarán de nosotros. Pero no es así. Nos autoengañamos para pensar que ya no tenemos miedo , para creer que incluso podemos vivir con él en vez de enfrentarnos al mismo.
Yo, por ejemplo, tengo infinidad de miedos. Miedo a estar sola.  Miedo a decepcionar a los demás. Miedo a sentir. Miedo a enamorarme. Miedo a la oscuridad. Miedo al paso del tiempo. Miedo a no poder algunos momentos felices eternamente. Miedo a saber que algún día todo acabará. Miedo a no ser feliz. Miedo a no conseguir objetivos. Miedo a querer. Miedo a dejar de ser yo. Miedo a perder a alguien. Miedo a dejar de ser querida. Miedo a desnudarme frente a alguien. Miedo a hablar de sentimientos. Miedo a necesitar a alguien. Miedo a perderme. Miedo a perderte. Miedo a que se esconda el sol. Miedo a no ser lo que esperan de mí. Miedo a no ser lo que esperas de mí. Miedo a no ser suficiente. Miedo a quedarnos a medias. Miedo a querer más.

Pero ese momento llegará, el día en el que dejes de tener miedo , comenzarás a ser feliz.